“El objetivo [de la educación] debe ser la capacitación de individuos que actúen y piensen independientemente y que, sin embargo, vean en el servicio a la comunidad su mayor problema de vida”
Albert Einstein fue un físico alemán de origen judío, nacionalizado después suizo, austriaco y estadounidense.
Esto no inició hoy. El fortalecimiento de un equipo de trabajo es directamente proporcional a la capacidad del crecimiento individual y a su facilidad de integración.
Por lo general, tenemos la creencia de que la gente tiene la obligación de cumplir con su trabajo y con ello cumplir con los objetivos y metas de la empresa. En cierto modo, es así, pero en la vida real no ocurre como tal ¿Por qué?
Haz memoria, piensa en tu mejor empleado, ¿recuerdas en qué condiciones lo contrataste?, ¿fue con un escrupuloso método de selección? Si fue así ¿captaste o reconociste ciertas competencias centradas en habilidades para el puesto? O simplemente urgía su contratación y en el curso de su trabajo resultó idóneo.
La gente con un sentido propio, generalmente tiene la intención de crecer, de reforzar sus valores, de aplicar su experiencia y conocimiento para afirmar su criterio. Solo que este proceso no puede quedar en solo una intención. Puedo decirte que es una de las razones que más influyen en el fracaso empresarial.
Para que tu organización tenga las mejores posibilidades de crecimiento y maduración, vas a necesitar un plan de capacitación pertinente, suficiente y eficaz.
Tres puntos clave para que un plan de capacitación sea efectivo.
1. Experiencia.
El programa no se aplica a todo el personal de la misma forma. Si en efecto hay temas que todos debemos tomar, sin embargo hay temas que basados en la experiencia de una persona o en el nivel de conocimientos previamente adquiridos, habrá que particularizar. A pesar que haya dos personas en el mismo puesto, cada una deberá tener un programa individualizado.
Es simple, el crecimiento personal, es el cimiento para el crecimiento de la estructura organizacional.
2. Conocimiento particular.
Al menos en las empresas hay 4 áreas básicas: Dirección, Comercial, Operaciones y Administración. Dentro de cada una se albergan la mayoría de los puestos que integran una organización común, por ejemplo recursos humanos, nóminas, contabilidad, son parte de administración. Mantenimiento, producción, son parte de operaciones.
Si vamos a hacer un plan de capacitación para actualizar y reforzar el conocimiento, lo tenemos que preparar por puesto en particular. Tomemos a contabilidad como ejemplo. Esta área podría requerir capacitación digamos en cálculo de impuestos, reformas fiscales aplicables, modificaciones a ley de ingresos, entre otros.
La gente cuando llega a solicitar empleo, es consciente que al menos debe cumplir con la experiencia suficiente para cumplir con los requerimientos del puesto. No obstante ya estando en nuestra organización, tenemos la responsabilidad de brindarle tiempo para la actualización y refuerzo de su conocimiento. En lo particular hay quienes recomiendan que al menos 16 horas por trimestre la gente tenga tiempo otorgado por la empresa para capacitarse en temas que a la empresa le interese. Sin embargo en cada programa de capacitación anual, se deben considerar horas y temas claves para mejorar el desempeño de nuestra gente.
¿Quieres saber más? Date un clavado en la siguiente liga: https://www.inegi.org.mx/programas/enaproce/2015/
3. Valores.
¡En serio! Si una persona es feliz con su trabajo, si lleva una relación cordial con sus compañeros y día a día se esfuerza por satisfacer las necesidades de su cliente, entonces es una persona invaluable. Pero como todo, uno no nace amando, decide hacerlo.
“Abre tus brazos al cambio, pero no dejes ir tus valores.”
El Dalai Lama es el título que obtiene el dirigente de la Administración Central Tibetana y el líder espiritual del lamaísmo o budismo tibetano.
Saberlo todo es nada si no valoras lo que te rodea.
¡Están en extinción! Las personas que lo sabían todo y no lo compartían. Podemos decir que vale más una persona honesta y responsable que alguien que lo sabe todo y que carece de valores humanos.
La información hoy no es un problema. La podemos obtener casi toda en la plataforma digital. El reto es contar con alguien que no solo tenga el conocimiento y experiencia. El reto es que esa persona se maneje con valores.
Para tu organización es importante que en tu plan de capacitación, incluya no solo información técnica también con la misma importancia, algo único. Valores como:
• Creer en sus compañeros y lugar de trabajo
• Responsabilidad
• Disciplina
• Trabajo en equipo
Puede parecerte absurdo, pero una empresa exitosa es reflejo de las personas que la dirigen.
Te pongo una situación:
Vas a seleccionar a tu representante comercial, quien será la persona que más trate con tus clientes. Dime algo, a quién seleccionarías:
Opción 1. A la persona con más experiencia y conocimiento. Solo que es muy común que los clientes se quejen de él por la falta de cumplimiento en lo que se compromete.
Opción 2. No tiene toda la experiencia ni el conocimiento, pero lo distinguen su comportamiento honesto y responsable.
Ambos podrían ser en su momento buenas opciones, dado que si el programa de capacitación tomara en cuenta las necesidades de capacitación de cada uno, ambos podrían ser prometedores para el puesto. A uno lo reforzarías en conocimiento y participación, al segundo en ética profesional y valores personales.
“No conquistamos a la montaña, sino a nosotros mismos.”
Edmund Percival Hillary KG, ONZ, KBE, fue un alpinista, explorador y filántropo neozelandés.
El cambio siempre es una opción, aunque no es una acción simple. Si entendemos la razones por la cuales es necesario tomar esa decisión, el ser humano tiene la capacidad de adoptar nuevos pensamientos.
Imagina la siguiente situación:
Listo, ¡sí quiero cambiar! ¿Qué quieres cambiar? no lo sé. Solo sé que no quiero ser el mismo.
Antes de hacer un plan de capacitación, necesitas como base saber lo que queremos mejorar en cada persona. Y no solo eso, integrarlos, que se esfuercen en integrar un gran equipo.
Entonces, tenemos gente del área comercial, administración y operaciones. Todos se consideran en el plan de capacitación, cada área con temas particulares y como ya hemos dicho, todos en temas de desarrollo e integración personal.
Nuestra visión es ser una empresa que opere con el mayor profesionalismo y sea extraordinaria en atención al cliente.
No será difícil alcanzar este estado. Tampoco será rápido, como decía Albert Einstein: “No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos”. Será importante reconocer nuestro estado inicial de nuestro comportamiento.
Es común que las empresas deseen que su gente se comporte adoptando esos valores. Esto no siempre es así. Dirigirse con valores requiere cambios de hábitos, cambios de pensamiento y como tal, su proceso para desaprender el hábito viejo y adoptar los nuevos hábitos.
La tarea es no seleccionar todos los valores deseables puede ser solo uno, dos, quizá tres y sobre ellos enfocarse en toda la organización. Un ejemplo de esto, sería que no le puedes decir a tu hijo que maneje con cuidado, si tú al volante eres un cafre. La congruencia es la guía para homogeneizar los valores.
Analiza cuales son necesarios, como también viables para el estado del comportamiento de tu gente e incluso de ti mismo. No puedes implementar un valor de disciplina si tú a las juntas llegas tarde.
El conocimiento es importante, saber ser profesionistas es parte esencial para la vida laboral. Ser personas con valores y no perderlos a pesar de lo complicado de la situación es lo que verdaderamente le da valor a las personas.
Te invito a conocer la vida del alguien que no perdió sus valores a pesar de la adversidad.
Un programa de capacitación es una de las herramientas más poderosas del progreso empresarial. Sí quieres subir por la escalera del crecimiento empresarial, escala a tu gente. Crece junto a tu personal y ellos crecerán tu empresa.